El debut del púgil cubano Guillermo Rigondeaux en el boxeo profesional, el próximo viernes 22 de mayo, en el Hotel Fontainebleau, de Miami Beach, Florida, ha levantado toda una ola de expectativas en el ámbito pugilístico mundial.

Rigondeaux, que abandonó la isla en una lancha con destino a Cancún, en febrero pasado, luego de más 1 año de suspensión por su intento de deserción en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, en julio 2007, enfrentará en la división de 122 libras, a Juan Noriega, de Arkansas quien presenta 3 triunfos y 2 derrotas.

Rigondeaux viene precedido de gran fama, tras haber obtenido, como amateur, dos títulos olímpicos y otros dos mundiales. A los 28 años hará su debut en el boxeo rentado y todos esperan que en muy poco tiempo esté listo para enfrentar a los mejores de su división. Inmediatamente después de llegar a Miami, firmó contrato con Arena Box Promotion, la misma empresa que representa a casi todos los cubanos que han desertado o abandonado Cuba recientemente.

Ya varios medios de prensa en el Internet están adelantando una pelea por el título de la división con el campeón mundial reinante, el puertorriqueño Juan Manuel López.

Yo creo que es demasiado pronto, aunque cierto es que la calidad de Rigondeaux no es común en ningún boxeo del mundo. Vamos a verlo. El tiempo es el único que dirá hasta dónde podrá llegar.

Técnicamente el cubano está dotado de todo lo que se necesita para ser campeón: es rápido de manos y piernas, tiene fuerte pegada, posee una envidiable defensa y tiene mucha experiencia, aunque sea esta su primera pelea como profesional.

En el amateurismo tejió una de las cadenas más extensas de victorias consecutivas, con 100 éxitos entre 2003 y 2007, además de que su récord de 243 victorias y 4 derrotas hablan por sí solo de su capacidad y supremacía en aquel tipo de boxeo. Obtuvo siete veces el campeonato cubano, de 2000 a 2006. Pero lo que más llama la atención es que a la edad de 23 años ya era doble campeón olímpico y se habría podido convertir, de continuar boxeando en el mundo amateur, en el único púgil con 4 títulos olímpicos (3 tienen el húngaro Lazslo Papp y los cubanos Teófilo Stevenson y Félix Savón). Pero prefirió dejarlo todo atrás y comenzar una nueva vida, lejos de su familia y con la incertidumbre de no saber hasta dónde puede llegar. Lo que sí sabe es que si se quedaba en Cuba nunca más lo iban a dejar subirse a un ring.

En recientes declaraciones a ESPN Deportes dijo que le habían quitado su auto, que era lo más preciado para él. Pienso que a Guillermo lo que le habían quitado era su libertad y la opción de hacer lo que sabe y para lo que nació, que es boxear. Ahora es libre de hacerlo y todo el mundo está a la espera de que debute este viernes.

En el mismo cartel, se presentará el welter Erislandy Lara, quien estuvo involucrado junto a Rigondeaux en el episodio de Río. Lara escenificará su sexta pelea, tras mantenerse invicto en sus cinco primeros pleitos, con 3 KO. Su rival será Edwin Vásquez, quien presenta marca de 23 victorias y 12 derrotas. Vázquez, de 37 años, ha perdido sus últimos cuatro compromisos y no parece representar un peligro para amenazar el invicto de Lara.

Además otros dos pugilistas cubanos, que también abandonaron Cuba en la misma aventura que Guillermo Rigondeaux, harán su debut en el boxeo profesional. Ellos son Yordanis Despaigne, un pesado de buena pegada, que enfrentará a Robert Campbell (3-1-1) y Yudel Johnson, mediano, que se las verá con el invicto Greg Weathers (3 KO en 3 peleas, todas en su natal Louisiville, KY).

Las peleas de los debutantes Rigondeaux, Despaigne y Johnson serán a 4 asaltos mientras Lara lo hará al doble, 8 rounds. Mi pronóstico es que los cuatro deben salir triunfadores. Dada la expectación generada, ESPN 2 transmitirá en vivo el cartel, para los Estados Unidos y Puerto Rico.

Esperemos que el rival de Rigondeaux le deje mostrar sus dotes y todos podamos disfrutar de su enorme talento. Ya comienza el camino, dentro del boxeo profesional, para el mejor pugilista cubano de la última generación… ¿hasta dónde llegará? Sólo el tiempo  y sus puños lo dirán.