En noche de ajedrez en la Academia Internacional de Ajedrez de Miami (MICA), el GM Julio Becerra, muy gentilmente, me concedió esta entrevista.

Luego de saber que en Miami hay gran cantidad de jugadores cubanos titulados y gracias a que la niña de un primo entrena con el MI Blas Lugo, director de MICA, me acerqué a la sede de dicha Academia, el único Club de Ajedrez que funciona en la ciudad y allí estaba Blas, con los brazos abiertos.

A él le hice la primera entrevista, porque me pareció que lo que están haciendo en esta institución merece ser conocido por todos. Luego Blas propició el encuentro con el GM Julio Becerra y anoche nos conocimos y pude hacerle, también a él, esta entrevista.

Néstor Calixto: Cuéntame de tus inicios en el ajedrez

Julio Becerra: Mi papá me enseñó a jugar ajedrez, pero siempre me daba jaque mate pastor, en 4 jugadas. Yo vivía cerca del Club Capablanca, de ajedrez, en Centro Habana, en Humboldt e Infanta. Un día pasé por allí y me asomé a la ventana. El maestro me dijo que pasara y desde ese día prácticamente no salía del Club. Al poco tiempo ya mi padre no me podía ganar. Esto ocurrió cuando tenía 13 años.

NC: ¿Cuál ha sido tu momento más importante en el ajedrez?

JB: El ajedrez me ha traído muchos momentos agradables. Uno de ellos ocurrió en octubre de este año, cuando me convertí en el cuarto cubano con un ELO superior a 2600 puntos. Solamente me antecedieron Capablanca, Leinier Domínguez y Lázaro Bruzón. Pero ha habido otros momentos importantes, como en 1995 cuando me convertí en Campeón de Cuba. Y en 1998, cuando repetí el título. También en el año 2007, en el Nacional de Estados Unidos, en que le gané en la última ronda a Nakamura, uno de los maestros más fuertes de la actualidad, en una partida muy bonita. Ha habido muchos buenos momentos y ahora, creo que estoy pasando por el mejor.

NC: ¿Qué piensas del ajedrez en Cuba?

JB: El ajedrez en Cuba ha aumentado su auge y su popularidad. Yo creo que está superando a muchos otros deportes. Se nota en la cantidad de personas que juegan al ajedrez y la cantidad de Grandes Maestros que se han titulado últimamente. Creo que los principales deportes de Cuba, como la “pelota”, el boxeo, el voleibol o el atletismo, son los únicos que superan, en la actualidad, al Ajedrez. Es, a mi modo de ver, el mejor momento de la historia para el ajedrez cubano. Inclusive, ahora Leinier Domínguez acaba de ganar el Mundial de blitz (partidas rápidas) y es el tercer jugador de América en llegar a 2700 de ELO. Yo creo que Leinier, con sus actuaciones, ha ayudado mucho a este auge.

NC: ¿Qué piensas del ajedrez en Miami o en Estados Unidos?

JB: Sin dudas, y eso lo dice mucha gente, el nivel medio del ajedrez de Estados Unidos, es el más fuerte del mundo. Aquí, desde las primeras rondas de cualquier torneo, no existe nadie a quien se le pueda ganar una partida fácil, a diferencia de otras partes del mundo en que en las rondas iniciales se gana con relativa facilidad. Aquí todo el mundo juega muy bien, todos tienen muy buena información, todo el mundo juega en Internet y tiene muy buena preparación.

La olimpiada recién finalizada es una muestra del nivel del ajedrez americano. Tanto en hombres como en mujeres Estados Unidos finalizó en tercer lugar.

En Miami también se está jugando mucho. El Open de Miami ha ayudado a que el nivel aumente. Y también hay muchos niños que están despuntando y que serán los Grandes Maestros del futuro.

NC: ¿Cuándo te fuiste de Cuba?

JB: En 1999 vine al Campeonato Mundial en Las Vegas. No pensé que me dieran la oportunidad de venir, pero me dejaron venir, cometieron ese error y lo aproveché.

NC: ¿Existe una escuela cubana de ajedrez?

JB: Sí, se llama ISLA, que son las siglas de Instituto Superior Latinoamericano de Ajedrez. En el tiempo en que surgió, alrededor de 1992, ayudó a que surgieran nuevas figuras. Ayudó a que despegara el ajedrez cubano. No sé cómo esté ahora, pero esa escuela fue importante en su momento.

NC: ¿Cuál sería su mayor sueño dentro del mundo ajedrecístico?

JB: Cada vez que pasa el tiempo me voy poniendo metas. Ahora mismo tengo varias metas: llegar a 2630, lo que me ubicaría entre los 100 mejores del mundo; luego pasar de 2650. Un sueño que me gustaría hacer realidad es convertirme en Campeón Nacional de Estados Unidos, para lo que estoy entrenando muy duro. Me gustaría integrar el Equipo Olímpico de Ajedrez de este país. El año que viene hay Copa del Mundo y la próxima Olimpiada es en 2010. Pero mi mayor sueño es uno bastante difícil: algún día integrar, nuevamente, el Equipo Olímpico de Cuba.

NC: ¿Qué ha representado para ti ser coterráneo de Capablanca?

JB: Es tremendo orgullo ser cubano como él. Dicen muchos de los clásicos, como Karpov o Kasparov, que Capablanca es el mejor jugador de todos los tiempos. Capablanca fue sin dudas un genio, sus partidas son increíbles y la naturalidad con la que jugaba era impresionante. Muchas de sus partidas se las enseño a mis alumnos, porque se aprende mucho de su juego.

NC: ¿Hasta dónde podría llegar Leinier Domínguez? ¿Lo conoces? ¿Has jugado contra él?

JB: Antes de venir para Estados Unidos estuve tres meses entrenando precisamente en su pueblo, Güines. En ese entonces él era un muchacho y jugábamos todas las noches blitz. En una entrevista que le hicieron, cuando comenzaba a despuntar, dijo que sus dos jugadores preferidos eran Fisher y yo. Esto me da mucho orgullo.

Yo creo que él está muy bien enfocado en sus objetivos. Ahora va a jugar uno de los torneos más importantes del año, en la ciudad alemana de Wijk ann Zee. De acuerdo a su actuación allí, lo pueden invitar a los mejores torneos del mundo.

Además de esas partidas de blitz que te comenté, nos enfrentamos varias veces, pero cuando él era un niño. Después de hacerse Gran Maestro nunca hemos topado.

NC:¿Qué lugar tiene Cuba, hoy día, en el mundo del ajedrez?

JB: Cuba ocupa el lugar 21 en un ranking que hace FIDE, de acuerdo al promedio de los 10 primeros jugadores de cada país. Si se pudiera jugar con todos los cubanos que están fuera, seguramente estuviéramos mucho mejor ubicados y además podríamos competir con mayores opciones en una Olimpiada. En el equipo que fue a la más reciente Olimpiada podríamos haber estado Juan Carlos González, un GM que vive en México y yo.

NC: ¿Por qué cree que es importante aprender a jugar ajedrez?

JB: Se ha demostrado que el ajedrez es muy importante en el desarrollo de los niños. En un programa en el que trabajé, en New York, que se llama “Chess in the School” ellos tienen exactamente esa pregunta en su website y dicen que es muy bueno para los chicos en muchos sentidos: mejora la concentración, los ayuda a ser más ordenados, más conscientes de sus actos. He visto que aprender a jugar ajedrez está considerado, hoy día, entre una de las 10 mejores actividades que puede hacer un niño.

NC: ¿Quisieras enviarle un mensaje a las personas que nos leen?

JB: Quiero decirle a todos mis fanáticos, que me estoy preparando mejor que nunca y que espero poder cumplir las expectativas que muchos tenían de mí, antes de llegar a este país.

NC: ¿Cuándo te hiciste Gran Maestro?

JB: Fue en 1997. Hice las tres normas que se exigen para serlo entre 1995 y 1997. La primera fue en 1995 en un torneo en Argentina, la segunda en Cuba, en 1996 y la tercera en 1997, en España. Ahora es más fácil porque las normas son de por vida. Antes tenías que hacer las tres normas con cinco años de diferencia entre todas.

NC: ¿A qué te dedicas, profesionalmente?

JB: A jugar ajedrez. También doy clases y comento mis partidas para algunas publicaciones especializadas, pero el mayor tiempo lo dedico a mi preparación y a jugar torneos. Como promedio me preparo durante 4 horas diarias, aunque el tiempo de estudio tiene que ver mucho con mi estado de ánimo. Casi siempre entreno solo, aunque en ocasiones estudio con un amigo, el Maestro Internacional Alejandro Moreno. Últimamente he comenzado a jugar tenis y es algo que me ayuda pues la preparación física, contrario a lo que muchos piensan, es primordial para un ajedrecista.

NC: Háblame de tu familia.

JB: Por suerte tengo aquí a toda mi familia más cercana. A mi mamá, mi papá, a mi hermana y mi hermano; a mi abuela. Eso es muy importante para mí y me ayuda a estar más concentrado. Cuando me quedé, dejé en Cuba a mi mamá y mi hermano, pero un año después nos reunimos todos.

Ahora unas preguntas con rápidas respuestas:

NC: Apertura preferida

JB: Ruy López

NC: Defensa favorita

JB: Ruy López con negras

NC: Su torneo más glorioso

JB: Un torneo del cual no tengo casi ninguna partida. Fue en Pinar del Río, en 1993. Éramos 9 jugadores, los nueve mejores de Cuba en aquel tiempo, sin contar a los Grandes Maestros. Gané ese torneo, que fue a dos vueltas, 16 rondas, con 13 puntos, 12 victorias, 2 derrotas y 2 tablas.

NC: Y un torneo para olvidar

JB: En Andorra, en 1996. Jugué muy mal. Tenía entonces 2530 y pico de ELO y bajé de 2500 por ese torneo.

NC: ¿Quién es el mejor jugador del mundo activo hoy día?

JB: Viswanathan Anand, de la India, el actual Campeón Mundial.

NC: Y el mejor de todos los tiempos

JB: Garry Kasparov

NC: La personalidad más prominente del ajedrez, según tu criterio

JB: Garry Kasparov

NC: El jugador con quien has jugado, que más te ha impresionado.

JB: No me ha pasado, hasta ahora.

NC: Tu deporte favorito

JB: El béisbol.

NC: Una frase que te guste recordar

JB: De un libro que leí hace poco, que se llama El Secreto. Dijo Henry Ford: “Si tú crees que puedes o que no puedes, estás en lo cierto”.

Los sueños de Julio Becerra son de alto vuelo. Esperemos que los pueda realizar. El más difícil de todos, como él mismo indicó, es también su mayor anhelo: jugar en una Olimpiada Mundial de Ajedrez en representación de su patria natal, Cuba. Ojalá que él y tantos otros deportistas cubanos que hay dispersos por el mundo, puedan algún día cercano, representar libremente a su país de nacimiento.